terça-feira, 10 de outubro de 2017

Cuidado! Vidro Quebrado!

Será que estamos, todos, nos tornando animais selvagens e insensíveis?
Outro dia, desses, quebrou um pote de vidro aqui em casa. Imediatamente pegamos uma embalagem de leite longa vida para colocar os cacos dentro e depois selar com fita adesiva. Fazemos para que, no descarte, ninguém se corte ao recolher o lixo. Aprendi isto com a minha madrinha, a dona Niva, que já é falecida. Sempre que havia algum perfuro cortante para ir ao lixo, era tudo cuidadosamente embalado, reforçado com fita crepe e ainda havia um aviso escrito com aquele pinceis atômicos: "Vidro Quebrado". Era uma preocupação para que o lixeiro não se machucasse ao recolher o nosso lixo. Uma preocupação com a segurança e a integridade de alguém que não conhecíamos. Cuidar do próximo! O que houve com a gente?

Confesso que não sei explicar o porque de perdermos a empatia com as pessoas. Parece que vivemos um tempo onde não temos tempo para nos preocuparmos com os outros em nosso entorno. Nossos vizinhos ficam doentes e se curam sem receber uma única visita de nossa parte. Cruzamos todos os dias com os necessitados e passamos ao largo como se eles não existissem. Coisificamos seres humanos e os vemos como se fossem apenas parte da paisagem. Assistimos, diariamente, no jornal do almoço, histórias de injustiça, enquanto engolimos nossa comida ligeira pra não perder o horário do ponto. Conhecemos, apenas de vista, a mulher que apanha do marido, o cara que teve tudo roubado, a criança que foi violada, o mendigo que dorme na marquise da esquina e que agora se chama morador de rua, como se esta fosse a sua melhor opção.

Com a mesma rapidez que nos chocamos com as manchetes, esquecemos os personagens. Esquecemos a moça que serviu de alimento de cães, os pais surpreendidos pelo ódio da filha, e menina lançada pela janela num ataque de fúria assim como nos esqueceremos das crianças queimadas. Fomos treinados para consumir, descartar e desejar a próxima novidade. E como produtos baratos vamos vivendo nossa vidinha estúpida, até o próximo pagamento. Somos religiosos e não deixamos de dar a oferta, mas não ofertamos o nosso melhor para aqueles que nos rodeiam. Assistimos todas as séries mas não assistimos os necessitados. Sempre em busca da selfie, do like e de carinhas felizes, mesmo que sejam apenas bytes e bits.

Será que chegamos ao fim?

sábado, 7 de outubro de 2017

Cuentos de Avengar - Una Carga Especial

Todo lo que ellos querían era descubrir si existía un paraíso
Traducido al español por: Jorge Fenix, de Stella Ediciones

Petrus vivía en la periferia sur de Avengar en un condominio frio y sucio, donde el gobierno le había destinado un cuarto con baño y cocina. Trabajaba en la usina de energia, controlando máquinas que proveían electricidad para veinte ciudades del porte de Avengar. La jornada de doce horas diarias de trabajo, seis días por semana, no era animadora, a pesar de que su función fuera considerada privilegiada. Petrus había conquistado el puesto por haber luchado en los frentes populares en el Día del Levantamiento. No tardó mucho en percibir su error, pero no había mucho que hacer. Hablar con otras personas era peligroso, por eso reservaba sus pensamientos para los momentos de soledad. La única persona con quien compartía sus ideas era Carlos, que trabajaba en el sector de mantenimiento de la usina.

Los dos se conocieron en el comedor y pronto fue surgiendo una amistad fuerte. Tras un año de esa relación, Petrus tomó coraje para exponer, aunque cuidadosamente, un poco de su pensamiento. Para su satisfacción, sus sospechas se confirmaron cuando constató que Carlos compartía las mismas ideas e ideales. Sabían que había otros como ellos, pero no podían exponerse, pues, en caso de que fueran denunciados, serían considerados traidores, crimen severamente castigado con la muerte.

Continuaron sus conversaciones reservadas y, después de algún tiempo, una persona más se juntó al grupo: la bella, inteligente y sagaz Carmen, una enfermera del Centro Médico. Fue ella quien supo, durante las numerosas atenciones a pacientes, que existían sobrevivientes del Levantamiento que habían huido hacia un lugar supuestamente seguro y desconocido. Tal vez fuese apenas una leyenda más o un cuento de hadas, pero, a partir de esa información, encontrar esa tierra distante y a los sobrevivientes se volvió sinónimo de esperanza. Pero, ¿cómo conseguir algo así? 

En Avengar la vida de los operarios tomaba rumbos peligrosos. Las raciones diarias y el sueldo mínimo generaban incomodidad, y no tardó mucho en surgir uma vasta red clandestina donde circulaban los más variados ítems de consumo. De pastas de dientes a drogas pesadas, prostitución y una criminalidad creciente que la Policía Estatal intentaba reprimir sin mucho éxito, pero siempre con extrema violencia. 

El contingente de policías era grande, pues formar parte de ese organismo de control traía algunos beneficios, como: jornada de trabajo menor y una remuneración por encima de la media. Inicialmente fueron esos atractivos los que llevaron a Pamela a alistarse en las fuerzas. El tiempo y el adoctrinamiento hicieron el resto. Su devoción ciega al Gobierno la transformó en una cazadora de subversivos, como eran llamados todos los que pensaran diferente. Pamela solo tenía un defecto grave: su orgullo hacía que a veces hablara de más.

Carmen estaba de turno en Emergencias del Centro Médico, cuando la ambulancia llegó con dos policías heridos en un enfrentamiento. Fue designada para atender a la joven policía que había recibido un tiro en el hombro. El médico responsable realizó los procedimientos necesarios y la agente fue llevada a un cuarto para recuperarse. Carmen estaba aplicando los vendajes y, como la mujer policía ya estaba consciente, comenzó a conversar con ella:

— ¡Buen día, teniente Pamela! ¿Cómo se siente? Ha sufrido una herida leve aquí. -Pamela sonrió con una mezcla de alivio, dolor y rabia:

— Malditos subversivos, estaban armados y reaccionaron.
Carmen siempre fue de pensar muy rápido y aprovechó la oportunidad para intentar extraer alguna información y disparó: — Vaya, pensé que esta escoria no existía más, pero debe ser algún alienado aislado.

— ¡No lo son, no! ¡Sabemos que existen más, pero voy a acabar con ellos uno por uno, tengo dos sospechosos más en la usina que luego voy a eliminar también! — respondió Pamela. — Ojalá, tengo miedo de esa gente solo de pensarlo. Voy a trabajar el doble para que se recupere rápido — completó Carmen.

Las dos se rieron juntas.

La noticia cayó como una bomba sobre Petrus y Carlos. Era preciso hacer algo rápido. Carmen sugirió que ellos salieran de Avengar para procurar el mencionado refugio. Sería un tiro en la oscuridad, pero, por lo menos, había una chance de sobrevivir y, quien sabe, un día volver para rescatar a otros. Pero, ¿cómo salir de la ciudad? Siguieron con sus rutinas de trabajo normalmente y mantuvieron los encuentros para no generar ningún tipo de sospecha en razón de un súbito cambio de comportamiento.

La solución para la fuga fue dada por Carlos y le vino a la mente durante un intervalo en la usina, cuando estaba en el jardín, recostado en un banco mirando para el cielo. Carlos observó los drones de carga que hacían su vuelo suave e silencioso llevando materiales de un lado para otro y llegó a la conclusión de que sería una óptima manera de salir por los muros. Restaba ahora descubrir cómo conseguir un dron de alta capacidad. Después de mucha búsqueda e incursiones por los submundos de Avengar, finalmente consiguieron un Nautilus 105, aparato utilizado en el transporte de detritos fuera de Avengar y, gracias a los conocimientos de Petrus, fue posible programar un permiso para que el dron atravesara la muralla sin disparar las alarmas. Con capacidad para 100 kilos, tendría que realizar dos viajes, preferentemente de noche.

La suerte parecía estar de su lado y Petrus agradeció por vivir en el último piso, pues eso le daba acceso a la terraza del edificio. Transportaron el aparato en partes y lo montaron en el lugar del despegue. Todo fue decidido a la suerte y Petrus haría el primer viaje. Con sus setenta kilos, aún sobraba espacio para llevar un poco de equipaje. El habitáculo era pequeño, pero él consiguió acomodarse. La idea era posarse en uno de los predios abandonados de la antigua ciudad, del lado de afuera. El control seria realizado desde dentro del dron y la memoria, borrada al regreso. Todo salió bien en el primer viaje, el aparato atravesó la muralla sin problemas y voló suavemente hasta un predio abandonado, posándose sobre el mismo. Petrus salió, descargó y accionó el retorno automático. El aparato regresó y Carlos borró la memoria de la ruta e inició el cargamento para el segundo viaje. Se acomodó en la caja para iniciar el viaje cuando fue sorprendido por cuatro agentes de la Policía Estatal que lo llevaron preso y recogieron la famosa caja negra del aparato. Era el fin de un sueño.

Del otro lado de la muralla, Petrus aguardó el tiempo combinado, pero Carlos no apareció, sabía que alguna cosa había ocurrido. Por un momento quedó pensativo, hasta que un ruido le llamó la atención. De en medio de las sombras surgió una figura alta y delgada, que se presentó de forma suave, pero segura de sí. − Mi nombre es Tom. ¡Su amigo no vendrá y usted precisa salir de aquí! -Petrus lo siguió, con la sensación de que estaba haciendo lo que era correcto, pero que no sería fácil. Sin embargo, esa ya es otra historia.



quinta-feira, 5 de outubro de 2017

Cristianismo & Punk Rock - Só Jesus salva o punk rock

Será que os novos cristãos é que tem a responsabilidade de manter vivo os antigos ideais do punk?
Quando o movimento punk surgiu, no final dos anos 70 e ganhou corpo no início dos anos 80, ele era um movimento anti-tudo. Contra o sistema, contra o governo, contra o estado, contra as religiões, contra tudo e contra todos. Basicamente um espectro do caos, inconformado com o status quo que reinava e ainda reina nas esferas mais "intelectualizadas" da intelligentsia. Este punk mais root, não estava nem aí para convenções e levantava o dedo para o politicamente correto, era malvisto, odiado, detestado mas seguia em frente gritando as verdades que ninguém queria ouvir, eram taxados de burros e ignorantes, que não sabiam tocar, que não entendiam de nada. O que aconteceu?

Hoje vemos os novos punks, defendendo as agendas do politicamente correto, partidários, punks de esquerda e até punks de direita, punks socialistas, comunistas, anarco-capitalistas, budistas, exotéricos, espíritas, umbandistas, ateus, agnósticos, empresários, empregadores, empreendedores, políticos, transgêneros, transtornados e transformados por um programa que os faz pensar que ainda estão na contra-mão do sistema mas, na realidade, uma grande parte serve a este mesmo sistema que é tão bem elaborado que cria seus próprios contrários, numa realidade onde até os rebeldes são fabricados em linhas de produção com componentes baratos.

Olhando este cenário triste e desesperançoso parece que não sobrou ninguém que se oponha ao stablishment da vida. Clama, ainda existe um grupo, pequeno, mas consciente, que é taxado de louco até pelos seus próprios pares. Ainda existe um grupo que não se conforma com as injustiças e entende que é preciso falar. Um grupo que não segue as regras impostas por um sistema maligno e dominador e sabe que precisa agir, ainda que esta ação coloque em risco a sua própria existência. Um grupo disposto ao enfrentamento, disposto a dizer não e que mantém acesa a chama da rebeldia contra esta nova ordem mundial, mesmo sabendo que é odiado, malvisto, detestado, considerado retrógrado e ignorante mas que segue em frente crendo que não se pode ficar calado, parado, estagnado. Um grupo que carrega a bandeira da verdadeira liberdade, uma liberdade que não é imposta por estatutos e constituições, uma liberdade que não se obtém pela ação de organizações de esquerda ou direita. Um grupo que entende o real significado do que é amor. São os punks que encontraram em Cristo o verdadeiro ideal do movimento, da luta e do desejo de mudar o mundo.

Sei que vou angariar inimigos mas isto é uma consequência natural de ser cristão e de ser punk. Sim, somos punks, vadios, párias numa sociedade que não cabe em nós, somos mal vistos porque não nos moldamos ao mundo, somos os excluídos, fazemos nossas músicas, escrevemos nossos textos, anunciamos a nossa fé, com ou sem recursos, não queremos suas drogas, suas teorias, suas filosofias, mas estamos ai, incomodando, afrontando seus conceitos porque cremos que existe uma verdade única e superior, cremos em uma moral sublime e que a liberdade plena pode ser alcançada mas que a única porta de entrada para ela é o Evangelho de Jesus Cristo.

SOMOS PUNKS, SOMOS CRENTES, estamos em todos os lugares e estamos avançando, não para dominar mas para iluminar à sua frente para que você enxergue o terreno perigoso por ande anda! Quer ficar do outro lado? Tudo bem, respeitamos suas decisões. Quer juntar-se a nós? Seja bem vindo, mas tenha consciência de que não será fácil, mas é possível, em nome de Jesus!

Cristianismo & Punk Rock








domingo, 1 de outubro de 2017

Contos de Avengar - Uma Carga Especial

Tudo que eles queriam era descobrir se existia um paraíso.
Petrus vivia na periferia sul de Avengar em um condomínio frio e sujo, onde o governo lhe havia destinado um quarto com banheiro e cozinha. Trabalhava na usina de energia, controlando máquinas que forneciam eletricidade para vinte cidades do porte de Avengar. A jornada de doze horas diárias de trabalho, seis dias por semana, não era animadora, apesar de sua função ser considerada privilegiada. Petrus havia conquistado a vaga por ter lutado nas frentes populares no Dia do Levante. Não demorou muito para perceber seu erro, mas não havia muito que fazer. Falar com outras pessoas era perigoso, por isso reservava seus pensamentos para os momentos de solidão. A única pessoa com quem compartilhava suas ideias era Carlos, que trabalhava no setor de manutenção da usina.

Os dois se conheceram no refeitório e aos poucos foi surgindo uma amizade forte. Após um ano de relacionamento, Petrus tomou coragem para expor, ainda que cuidadosamente, um pouco do seu pensamento. Para sua satisfação, suas suspeitas vieram a se confirmar quando constatou que Carlos partilhava das mesmas ideias e ideais. Sabiam que havia outros como eles, mas não podiam se expor, pois, caso fossem denunciados, seriam considerados traidores, crime severamente punido com a morte.

Continuaram suas conversas reservadas e, depois de algum tempo, mais uma pessoa veio se juntar ao grupo: a bela, inteligente e sagaz Carmem, uma enfermeira do Centro Médico. Foi ela que soube, durante os muitos atendimentos, que existiam sobreviventes do Levante que haviam fugido para um lugar supostamente seguro e desconhecido. Talvez fosse apenas mais uma lenda ou um conto de fadas, mas, a partir dessa informação, encontrar essa terra distante e os sobreviventes virou sinônimo de esperança. Mas como conseguir algo assim? 

Em Avengar a vida dos operários tomava rumos perigosos. As rações diárias e o soldo mínimo geravam desconforto, e não demorou muito para surgir uma vasta rede clandestina onde circulavam os mais variados itens de consumo. De pastas de dente a drogas pesadas, prostituição e uma criminalidade crescente que a Polícia Estatal tentava reprimir sem muito sucesso, mas sempre com extrema violência. 

O contingente de policiais era grande, pois fazer parte desse organismo de controle trazia alguns benefícios, como: jornada de trabalho menor e uma remuneração acima da média. Inicialmente foram esses atrativos que levaram Pâmela a se alistar nas forças. O tempo e a doutrinação fizeram o restante. Sua devoção cega ao Governo a transformou em uma caçadora de subversivos, como eram chamados todos os que pensassem diferente. Pâmela só tinha um defeito grave: seu orgulho fazia com que falasse demais, às vezes.

Carmem estava de plantão na Emergência do Centro Médico, quando a ambulância chegou com dois policiais feridos em confronto. Foi designada para atender a jovem policial que havia levado um tiro no ombro. O médico responsável fez os procedimentos necessários e a policial foi levada para um quarto para se recuperar. Carmem estava fazendo a troca de curativos e, como a policial já estivesse consciente, começou a conversar com ela:
— Bom dia, tenente Pâmela! Como está se sentindo? Você teve um ferimento e tanto aqui. Pâmela sorriu num misto de alívio, dor e raiva:
— Malditos subversivos, estavam armados e reagiram.
Carmem sempre pensou muito rápido e aproveitou a oportunidade para tentar extrair alguma informação e disparou: — Nossa, pensei que esta escória não existisse mais, mas deve ser algum alienado isolado.
— Não são, não! Sabemos que existem mais, mas vou acabar com eles um a um, tenho mais dois suspeitos na usina que logo vou eliminar também! — Pâmela respondeu. — Tomara, tenho medo dessa gente só de pensar. Vou trabalhar o dobro para você se recuperar rápido — Carmem completou.
As duas riram juntas.

A notícia caiu como uma bomba sobre Petrus e Carlos. Era preciso fazer algo rápido. Carmem sugeriu que eles saíssem de Avengar para procurar o tal refúgio. Seria um tiro no escuro, mas, pelo menos, havia uma chance de sobreviver e, quem sabe, um dia voltar para resgatar outros. Mas como sair da cidade? Seguiram com suas rotinas de trabalho normalmente e mantiveram os encontros para não gerar nenhum tipo de suspeita em razão de uma súbita mudança de comportamento.

A solução para a fuga foi dada por Carlos e veio a sua mente durante um intervalo na usina, quando estava no jardim, deitado em um banco olhando para o céu. Carlos observou os drones de carga que faziam seu voo suave e silencioso levando materiais de um lado para outro e chegou à conclusão de que seria uma ótima maneira de sair pelos muros. Restava agora descobrir como conseguir um drone de alta capacidade. Depois de muita procura e incursões pelos submundos de Avengar, finalmente conseguiram um Nautilus 105, aparelho utilizado no transporte de detritos para fora de Avengar e, graças aos conhecimentos de Petrus, foi possível programar uma permissão para que o drone atravessasse a muralha sem disparar os alarmes. Com capacidade para 100 quilos, teriam que realizar duas viagens, preferencialmente à noite.

A sorte parecia estar ao seu lado e Petrus agradeceu por morar no último andar, pois isso lhe dava acesso ao terraço do edifício. Transportaram o aparelho em partes e o montaram no local da decolagem. Tudo foi decidido na sorte e Petrus faria a primeira viagem. Com seus setenta quilos, ainda sobrava espaço para levar um pouco de bagagem. O habitáculo era pequeno, mas ele conseguiu se acomodar. A ideia era pousar em um dos prédios abandonados, da antiga cidade, do lado de fora. O controle seria feito de dentro do drone e a memória, apagada ao retorno. Tudo correu bem na primeira viagem, o aparelho atravessou a muralha sem problemas e voou suavemente até um prédio abandonado, pousando sobre o mesmo. Petrus saiu, descarregou e acionou o retorno automático. O aparelho retornou e Carlos apagou a memória da rota e iniciou o carregamento para a segunda viagem. Acomodou-se na caixa para iniciar a viagem quando foi surpreendido por quatro agentes da Polícia Estatal que o levaram preso e recolheram a famosa caixa-preta do aparelho. Era o fim de um sonho.

Do outro lado da muralha, Petrus aguardou o tempo combinado, mas Carlos não apareceu, sabia que alguma coisa havia acontecido. Por um momento ficou pensativo, até que um ruído lhe chamou a atenção. Do meio das sombras surgiu uma figura esguia, que se apresentou de forma suave, mas segura de si. − Meu nome é Tom. Seu amigo não virá e você precisa sair daqui! Petrus o seguiu com uma sensação de que estava fazendo o que era certo, mas que não seria fácil. Porém, essa já é uma outra história.

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quarta-feira, 27 de setembro de 2017

É impossível ser ecumênico?

Existe uma grande diferença entre respeitar e aceitar diferentes confissões de fé...
Confesso que sou um grande admirador do pastor Tiago Cavaco. Pela sua inteligência, por ser cristão, assim como eu e por sua postura punk. Sua firmeza e convicção, no que diz respeito a fé cristã é louvável. Mas ser inabalável na fé, geralmente nos leva a situações delicadas, principalmente nesta era do politicamente correto, e a questão do ecumenismo é uma delas. No seu sentido original o ecumenismo é a busca da união das diferentes organizações religiosas que professam a fé cristã. Neste sentido, é algo perfeitamente possível, viável e, até mesmo, necessário para o fortalecimento da cultura cristã no orbe terrestre. As diferenças rituais e de interpretação teológica são perfeitamente aceitáveis uma vez que são tentativas humanas de uma melhor compreensão de Deus e que não são absolutas em si mesmas. Neste caso o elo de ligação ecumênica é composto da ortodoxia cristã formando uma base solida para criar uma espécie de unidade nas diferenças e comunhão nos propósitos.

Por outro lado, quando se tenta aplicar a lógica do ecumenismo à todas as correntes religiosas e filosóficas, como meio de promover uma unificação do pensamento espiritual, isto se torna impossível, pois cada crença encontra-se alicerçada em um conjunto doutrinário diferente e tido como verdadeiro em cada grupo e ao abraçarmos uma confissão de fé e espiritualidade que divirja daquela que professamos isto se converte em uma negação da nossa própria fé. Neste aspecto, a prática ecumênica nos levaria a uma anulação coletiva de todos estes compêndios doutrinários, algo extremamente perigoso num mundo tão caótico e cada vez mais, desprovido de espiritualidade. 

Devemos entender, principalmente em se tratando da fé cristã, que o Evangelho é um conjunto de crenças firmes e basilares na existência de um Deus Soberano e na impossibilidade do ser humano, por seus próprios meios, estabelecer um relacionamento positivo e duradouro com este Deus. Cremos no pecado como um ato de rebeldia, comum a todos os homens que já nascem destituídos de qualquer ligação com seu Criador e que vivem numa condição de inimizade com este Deus, o que leva a humanidade a um estado de condenação que só pode ser revertida através de uma intervenção do próprio Senhor. Aceitar um ensinamento que descarte qualquer um desses fundamentos é impensável dentro do escopo da fé cristã.

Não obstante a tudo isto, a nossa crença também prega o amor universal o que nos leva a um posicionamento de respeito àqueles que creem de uma forma diferente da nossa. Mas devemos entender que respeitar e conviver não significa concordar e submeter-se. Uma das características do pensamento cristão é justamente a irredutibilidade do nosso conjunto de crenças e a insubmissão ao doutrinamento que nos leve a negar aquilo que cremos, ainda que isto coloque em risco a nossa integridade física. Pois, no nosso esforço para atingir o status de cristãos verdadeiros, levamos em consideração a regra de sempre agradar a Deus ainda que isto desagrade a humanidade.

Mais que uma religião bacaninha, o cristianismo carrega no seu bojo uma boa dose de subversão e contracultura, posicionando-se em contraponto aos valores éticos e morais do mundo moderno, sem no entanto, impor de forma tirânica, aquilo que cremos, pois ainda é o amor e a compaixão que norteia nossas ações. Sabemos e cremos que conhecemos a verdade revelada de Deus para a humanidade e temos o desejo de levá-la ao maior número possível de pessoas mas entendemos que isto não se dá por força ou coerção, mas pelo nosso testemunho de vida e fé inabalável. Para que esse testemunho possa ser eficaz precisamos resguardar nossos valores impedindo que eles venham ser contaminados por ensinamentos que contradigam os fundamentos da nossa fé em Jesus Cristo.

A conclusão que chegamos é que podemos conviver pacificamente com os contrários mas devemos resguardar o cerne daquilo que cremos, sem misturas que venham a turvar a cristalinidade daquilo que professamos. É evidente que o assunto não se encerra aqui e pode ser desdobrado em muitas outras pautas futuras, mas por hora é isto. Abaixo um vídeo do pastor Tiago a respeito deste assunto. É bem curto, sintético e eficaz. Grande abraço.


domingo, 24 de setembro de 2017

Underground Cristão #004 - Justa Advertência - Mateus 5-V-30

Pioneiros do Punk Rock cristão nacional, nada mais justo do que dar a esta banda o reconhecimento que ela merece
Se os anos 80 assistiram a explosão do rock nacional, nos anos 90 foi a vez do rock cristão. Um incontável número de bandas começaram a surgir e no cenário punk não foi diferente. É nesse clima de empolgação, impulsionados por ministérios underground e igrejas mais abertas, musicalmente falando, que surge uma das primeiras bandas de punk rock cristão que se tem notícia. A banda Justa Advertência.

Originários da cidade paulista de Campinas, Christian (baixo), Riuchard (Bateria e Vocal) e Elison (Guitarra e Vocal) traziam para os palcos um Punk Rock/Crossover simples, cru e direto com mensagens fortes e também bem humoradas. Era uma época difícil, pois se de um lado havia a rejeiçao do público secular ainda precisavam lutar contra o preconceito de dentro das igrejas que não aceitavam e tão pouco compreendiam a proposta dos garotos.

A banda participou da coletânea Refúgio do Rock com outras nove bandas e lançou um álbum no formato k-7, que é o objeto desta matéria. Além de músico no Justa, Christian era um dos editores do White Metal Detonation.

O K-7 Mateus V-30, lançado em 1996 apresenta um panorama bastante completo do som da banda. com letras fortes e bem humoradas, carregadas de descontentamento com a sociedade. Uma banda cuja mensagem soa muito atual mesmo após tantos anos que depois..

Apesar da pouca duração a banda, sua existência foi fundamental para a cena e junto com outros grupos da época, abriram caminho para o underground cristão nacional. O Material disponível na internet é bem escasso e distribuído de forma aleatória, mas existe uma playlist no Youtube com quase todas as músicas que estamos disponibilizando aqui.



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sexta-feira, 22 de setembro de 2017

O que está acontecendo com os casamentos?

Não! Casamentos não irão resolver nossos problemas mas são o melhor exercício de convivência que existe.
Por mais que tentem afirmar o contrário, e até existam as exceções, homens e mulheres são seres que carregam tantas diferenças entre si que as vezes chega-se a pensar que é impossível colocar um homem e uma mulher debaixo de um mesmo teto.  No entanto, quis a sabedoria divina que está união fosse vital para a continuidade da existência humana e para fundamentar a sociedade num aglomerado que se denomina família. Quando um homem e uma mulher se unem, eles tipificam uma espécie de Reino de Deus em escala reduzida. No entanto, como este Reino é uma imagem embaçada do Reino verdadeiro, ele carrega consigo, as imperfeições e conflitos da natureza humana, decaída, pecadora e afastada do seu criador.

Estamos assistindo uma derrocada da instituição que convencionou-se chamar de casamento. Relacionamentos desfeitos na mesma velocidade em que são executados. Um desinteresse geral pelo assunto e uma ideia coletiva de que se trata de algo ultrapassado e sem sentido. O que ocorre, na verdade, é que o individualismo dos seres humanos tem distanciado, cada vez mais, homens e mulheres, além de uma tentativa inútil de fazer parecer que tanto homens quanto mulheres são seres idênticos, quando na verdade isto não é verdadeiro. Para piorar as coisas, com as chamadas ideologias de gênero, tratam as exceções como se fossem regras desvirtuando conceitos milenares de família que são a base da nossa civilização.

Neste jogo sórdido de fragilização do estofo basilar da espécie humana, invertem a demanda de poder jogando instituições familiares sobre a tutela, responsabilidade e designação do Estado, que é um poder posterior e portanto não pode definir ou legislar sobre as bases anteriores que lhe deram origem. Como ser racional e prático, não consigo conceber que motivação tem levado as pessoas a ingressar num caminho que aponta para a auto destruição da raça humana. Entretanto, como homem de fé, posso afirmar, sem medo de cometer equívocos, que se trata de um plano maligno, engendrado pelas forças do inferno, no sentido de impulsionar a criatura humana para longe de seu Criador.

Precisamos, com a máxima urgência, reavaliar nossos posicionamento frente a está problemática e examinarmos, com a máxima cautela, as raízes destas realidade decadente para, ao menos, tentarmos reverter o quadro sintomático da instituição do casamento, que jaz na UTI da história. Se não agirmos, enquanto ainda resta um fio, ainda que tênue, de esperança, corremos o sério risco de nos tornarmos uma espécie extinta. Pois se acabarmos com a família, teremos acabado com a espinha dorsal da humanidade que não poderá mais se manter de pé e certamente tombará.

Creio, ainda, que esta falsa busca por uma felicidade embasada em satisfações pessoais e materiais também é um dos fatores de enfraquecimento. Quando damos mais importância ao TER do que ao SER acabamos coisificando pessoas que passam a ter uma função única e exclusiva de satisfazer nosso ego inchado e doente. Pense Nisso!

Indo Além do Texto






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